Para subir de tono un piano primero debe evaluarse si es posible y/o conveniente hacerlo. Para esto se tiene en cuenta:

a. El estado general del piano. Arpa, estructura, estado de deterioro. Se trata de evaluar si el piano resistirá la cantidad de tensión adicional que se le va a imponer.

b. Estado de las cuerdas: Si tienen óxido, o hay varias cuerdas ya cortadas. Se trata de preveer y evitar el corte de cuerdas.

c. El estado del clavijero: Se evalúa si las clavijas están lo suficientemente firmes como para mantenerse en su posición sin aflojarse.

En este punto nos preguntamos: ¿Por qué se bajó el piano? Quizás se bajó porque el clavijero no mantiene la tensión. Quizás el afinador anterior lo afinó así de bajo porque llegó a la conclusión de que no resistía. Aquí hay un poco de investigación. El piano casi siempre presenta indicios de la historia que tiene y nos «cuenta» por qué está bajo.

por último:

d. La necesidad de tenerlo a 440: Algunas veces, no es necesario subir de tono un piano, ya que su dueño no tiene tal exigencia musical. Se recomienda sí tener el piano afinado a 440 cuando:

I. Se trata de un estudiante formal de conservatorio.

II.Se trata de un niño con expectativas en la formación de su oído musical.

III. Se trata de un pianista intermedio o avanzado o un concertista.

IV. Se trata de un estudiante de canto o director de coro.

V. Se trata de un músico que desea tocar con otros instrumentos.